El
futuro del trabajo se construye con el liderazgo de personas que aprenden,
desaprenden y reaprenden con agilidad. En un entorno donde la innovación y la
transformación son constantes, el autodesarrollo se convierte en la fuerza
propulsora que asegura la relevancia, consolida el liderazgo y potencia la
capacidad de capitalizar el cambio. El desafío en la empresa es encender una
motivación tan poderosa que cada persona asuma el control de su propio
aprendizaje y lo convierta en su motor de crecimiento
Como
líderes de Capital Humano, tenemos la oportunidad de encender la inspiración
para que cada persona se forme por iniciativa propia. Más que contar con
plataformas o programas, se trata de impulsar una cultura viva de aprendizaje,
respaldada por un liderazgo auténtico y herramientas que faciliten y celebren
cada avance.
Cinco
acciones para activar el autodesarrollo
1. Diseñar
Planes de Crecimiento Personalizados
Co-crear con cada colaborador un plan a 6 y 12 meses que combine habilidades
técnicas, blandas e innovación. Debe alinearse a metas personales y
estratégicas, incorporando retroalimentación del líder como coach y aliado para
ajustar y priorizar objetivos.
2. Gamificar
el Aprendizaje
Usar dinámicas como puntos, insignias y retos breves que impulsen la
participación. Una “Liga de Formación” con micro-retos de 5 minutos —videos
cortos y quizzes— mantiene a todos conectados y motivados.
3. Reconocer
el Aprendizaje de Forma Visible
Celebrar a quien finaliza un curso, comparte una lectura o lidera una sesión.
Menciones en juntas, posts en intranet o videos cortos visibilizan logros e
inspiran a otros a seguir el ejemplo.
4. Crear
Ecosistemas de Aprendizaje
Habilitar zonas con libros, tabletas o pizarras interactivas. En lo digital,
elegir 2-3 plataformas clave y mantenerlas activas con contenido alineado a
retos reales, sumando herramientas de inteligencia artificial como tutores
virtuales 24/7.
5.
Comunidades Internas de Aprendizaje
Formar círculos temáticos para compartir experiencias y recursos, fortaleciendo
la motivación y el aprendizaje colaborativo.
En
un mercado laboral con alta movilidad, el autodesarrollo también retiene
talento. La Encuesta de Fuerza Laboral 2024 de PwC Interaméricas
revela que 62 % de los trabajadores prioriza adquirir nuevas habilidades por
encima de incentivos económicos. El Global Talent Trends 2024 de Mercer
confirma que la formación continua y la movilidad interna son factores clave
para el compromiso y la permanencia del talento.
El
mensaje es claro: invertir en el desarrollo de las personas no es solo
capacitación, es construir culturas resilientes, adaptables y listas para
liderar el futuro.
Fomentar
el aprendizaje es encender una chispa que mantenga viva la curiosidad. Es
construir una cultura donde los líderes inspiran con su ejemplo y cada
colaborador sienta que crecer es parte de su propósito.
Las
organizaciones que abrazan el aprendizaje como un hábito no solo adquieren
habilidades… descubren nuevas formas de pensar, innovar y transformar su
entorno. Porque al final, el hábito de aprender por cuenta propia es la raíz
del verdadero crecimiento, y quienes lo cultivan no solo trascienden profesionalmente...
sino que inspiran y transforman a todo su entorno.
Brenda
Leal: La autora es
Directora de Capital Humano en Roca Desarrollos, con más de 25 años de
experiencia en gestión del talento y transformación cultural. Actualmente es
integrante del Consejo Directivo ERIAC, donde lidera el Comité de Talento,
Cultura y Sentido Humano. contacto@eriac.com.mx